Una humedad en el techo es el punto de partida para Verónica, una mujer en sus treintas, que se sumerge en una nueva forma de sentir y explorar su sexualidad.
La humedad es el punto de contacto que relaciona a la protagonista con su universo. Un universo que la cuestiona y le genera nuevas reflexiones acerca de su ser y estar en el mundo, sus vínculos, la pareja, la familia y su propia memoria.
“Me estaba dibujando en mi cabeza, como si fuera nueva, para ser nueva, una y otra vez, para no ser yo. Dibujamos para poder hacer lo mismo que hace el espejo. Lo intentamos. Torpe e infantilmente. Porque además de la eficiencia que no podemos superar, el dibujo sigue dependiendo de nosotros, y el espejo no. El espejo existe de todas maneras. El espejo no nos necesita ni nos necesitará nunca.”
Verónica tiene sexo con su cuñada, y a partir de ese momento se suceden situaciones y experiencias de alto voltaje. La novela plantea una conflictiva personal donde la vulnerabilidad femenina es narrada desde una perspectiva singular y valiente. El erotismo es la herramienta que utiliza la autora para explorar minuciosamente este universo, con un estilo transparente y fresco. Claudia Mera plantea situaciones que se suceden entre diferentes climas, donde la ternura y la violencia conviven, reflejando una personalidad exquisita que emerge en el mundo de las escritoras uruguayas. (Fernando López Lage)